He de reconocer que el barbas de Bon Iver siempre me había parecido un triste. Y lo es la verdad, pero eso no quita para que tenga alguna que otra canción digna de pararse a escuchar mientras refrescas los pies en el río, cierras los ojos y disfrutas con el silbido del viento en la hierba. Vamos, que mejor no traducirla si no quieres acabar deseando haber sido un teenager japonés para suicidarte en masa con tus colegas en un Toyota sin ventilación. Pero bueno, los musiquitos depresivos tienen dos cosas buenas: una, que la tristeza es bella cuando hunde y no se queda en la superficie; y dos, que siempre dejan una puerta abierta para escapar al final del tema (Your love will be safe with me).
"que la tristeza es bella cuando hunde y no se queda en la superficie..." bonita cosa muchachito...
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