Inauguramos sección con estas muchachillas títeres del patillas de su tío Fernando Vacas (Flow). Prin' La Lá son uno de esos grupos de laboratorio que todos los modernos adoran sin reconocer que no han tenido huevos a ponerse a escuchar el disco entero. Yo mismo lo he intentado hoy para poder escribir algo de ellas al verlas en todas las listas nacionales de lo mejor del año, lo prometo, pero qué coño, el mundo se acaba hoy y no estamos para perderlo en gilipolleces. Si quiero ver a tres niñas cantando mal me voy a la función del cole de mis sobrinas o me pongo el Tú sí que vales. Esto es más o menos lo mismo pero con unos arreglos currados de la hostia (Colin Arthur, responsable de los efectos especiales de '2001: Odisea en el Espacio' y 'La Historia Interminable' les hace los suyos) que suplen ese aura mágica con el que hace un lustro nos sorprendieron estas chicas pero que, ahora mismo, lo han perdido al ritmo que les crecía el acné y les cambia la voz. Que no Fernando, que no cuela, quieres hacernos creer que tus primis tienen la foto de Leopoldo María Panero en las carpetas del insti y me juego el testículo izquierdo a que suspiran por Justin como la mitad de las teens de este país.
Además, he de reconocer que desde que aparecieron hace cinco años con sus capas blancas me dan miedito... (es como las monjas, no me preguntéis por qué, pero siempre me han dado yuyu). ¿Por qué las vestís como miniMocedades? Pobres... Seamos serios, quitando Isabel (14 años), las otras dos, Macarena (22) y Blanca (27) ya tienen edad para valorarlas como adultas, para no pensar "anda qué monas las niñas indies, vamos a darle un minupunto por tiernas". Pues no oiga, cantan como el culete y su puesta en escena es más irritable que un capítulo doble del Cheers español. Chimpón. Si el señor Vacas tiene letras y tiene música futuronírica pues que le eche pelotas y se ponga delante del escenario a cantarlas él, o que fiche a tres tías que canten bien (lo de monas no lo digo, porque hasta las hijas de Zapatero superan la media de las hermanitas de Córdoba).
Canciones como Kiss The Future o Marsuf en busca de la flor Espantapájaros me dan ganas de matar o morir sin esperar al apocalipsis. Sin hablar de Un nuevo orden, la canción que han colocado en casi todas las playlist de las revistas modernitas de turno. Pero oigan, señores sabios del indie, ¿no se han dado cuenta ustedes que desde el inicio de la canción es un plagio brutal del Limit to your love de James Blake, solo que cambiando la letra por "sentiste tanta envidia por ser un caramelo", y que la anteriormente citada Marsuf... (video abajo) es un calco malo del A Real Hero de College? En fin, si estas chavalas ya tienen desgastadas las 50 sombras de Grey, no las hagais más cantar como si siguieran yendo a prescolar. Vacas, dales la propina como un buen tío y dejalas crecer sin más. Si no lo haces por ellas, hazlo por nosotros.
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